MAGNOLIA

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Las flores como una de las manifestaciones más vistosas de la naturaleza captan y embellecen los sentidos, tanto los racionales como los irracionales. Se convierten en una tentación para un propósito de vida. Las flores hablan, nos cuentan relatos e historias de vida que hay que saber escuchar e interpretar.

Por qué no escucharlas?
Magnolia: amor por la naturaleza, simpatía.

Cámara NIKON D200
Abertura f5.6
Velocidad 1/50sg
Objetivo Nikon 18-200 mm VR f/3.5-5.6
Longitud focal 200mm (300mm en 35mm)
Medición Puntual
Modo: Manual
ISO 100
Calidad RAW
Recortada un 15% por arriba y laterales
 

Y AL FONDO...OTRO SACO?


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Eso mismo pensé justo antes de hacer la foto. Con motivo de trabajo he pasado unos días en Marruecos, para ser más precisos en Tetuán. La verdad es que no hemos tenido mucho tiempo libre pero un par de días nos escapamos para conocer de cerca la zona de la medina y el centro histórico de esta ciudad. Yo hacía alrededor de 10 años que fui por primera, y única vez, hasta este momento. Parecía que el tiempo no había cambiado nada. estaban las mismas tiendecillas abigarradas de las más variadas cosas que uno puede imaginar, aunque con cierto orden, ya que allí todavía existe los barrios por oficios. Digo barrios por no menospreciar lo que allí se ve, huele, oye y siente, en definitiva se todo lo que allí se vive, ya que estos quedan reducidos apenas a unas pocas callejas tortuosas donde todos los sentidos se entremezclan.

Tras unos intentos de hacer algunas fotografías, tarea que no resulta del todo fácil ya que la gente es bastante reacia a dejarse fotografiar, me adelanté a mis compañeros y enfilé esta calle en la que, como cosa inusual, no había nadie. ¿Nadie?. Al fondo, dejada como aparcada en una silla de ruedas se encontraba una señora, no muy mayor, pero bastante ajada y estropeada por el paso del tiempo. Tras hacer la fotografía continué caminando en dirección a la señora. No se oía nada ni nadie, tan sólo a mi espalda los pasos de mis compañeros acercándose. Una vez llegué a su altura me asomé al recodo que hacía la calle y...allí no había nadie. Miré de arriba abajo a la mujer y pude observar sus pies sucios, piernas inflamadas y sobre todo su mirada vacía, que levemente se le escapaba del raído hiyab morado que le cubría la cabeza.



Ella ni siquiera me miró o hizo ademán de interesarse por mí. Posiblemente ya no se interesase por nada. ¿Qué pasaría por su mente?. Esta pregunta me estuvo rondando por la cabeza el resto de los días que estuvimos allí, y aún continúa. Ahí surge la eterna pregunta, cada vez más cotidiana, de  ¿porqué se nos puede escapar una lágrima al ver un animal herido o maltratado y nos mostramos indiferentes con las personas?, no sólo las que tenemos a nuestro alrededor, sino también con las más allegadas, nuestros mayores, hijos o personas que en algún momento hemos y nos han querido. Creo que nadie tiene la respuesta. Está en nuestra naturaleza autodestructiva. Todo aquello que no nos sirve para algún fin directo se desecha. 

Así somos.


Cámara NIKON D200
Abertura f3.5
Velocidad 1/15sg
Objetivo Nikon 18-200 mm VR f/3.5-5.6
Longitud focal 18mm (27mm en 35mm)
Medición Puntual
Modo: Prioridad a la apertura
ISO 160
Calidad RAW